Me ha costado un poco poder escribir este nuevo capitulo, pero espero que en este año no tarde tanto entre uno y otro.
Esperando que os guste la continuación.
Un beso a todos mis lectores!
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XXI
Crist se sentó en el sofá y suspiro, Aurora se sentó a su lado en silencio… ¿Ahora que? … se preguntó para sus adentros. Paso un buen rato cada una en sus reflexiones. Aurora sufría de verla tan triste y apagada, seguramente estaría sumida en recuerdos, sabía que en esos momentos era mejor respetar sus cavilaciones. Quizás quisiera estar sola, se levanto dispuestas a salir de allí y fue la voz de su amiga quién la retuvo.
- No te vayas..- pidió casi suplicante.
- Tranquila, me quedare contigo aquí.
- ¿Hasta el final?
- Hasta el final.
- Bien, pues vámonos, cuanto antes empecemos antes terminaremos.- Dijo levantándose decidida aunque en su voz no había la misma decisión.
- ¿Dónde vamos?
- Al hospital, hay que sacar de allí a Alejandra y Rodrigo.
Cogieron el coche y se marcharon para el hospital. Cuando llegaron se encontraron en la sala de espera a todos los demás, Rodrigo estaba entre ellos con cara de dolor y apenado. Crist se acerco a ellos con aire decidido.
- ¿Cómo esta tu hermana? .- le pregunto directamente a Leonardo.
Este no contesto, si no que le hizo otra pregunta.
- ¿Has descansado?... ¿Cómo te encuentras tu?.
- Si… algo… ¿Y tu hermana?
- Débil, esta casi todo el tiempo con somnolencia y los médicos no saben como ha podido perder tanta sangre si ninguna herida ni derrame. Están haciéndole toda clase de pruebas para ver si encuentran algo.
- No le van a encontrar nada.- Afirmo Crist rotunda.- Ahí que sacarla de aquí lo antes posible.
- ¿Sacarla de aquí tan débil como esta?.. Primero tendrán que averigu….
- No Ismael, no… aquí no puede seguir… esta en peligro.- Miro a Leonardo directamente.- Tienes que convencer a tus padres para que firmen un alta voluntario y tenemos que ir a casa de mis abuelos. Hay un asunto pendiente que tenemos que resolver y el centro de todo esta allí.
- ¡Si no se puede apenas mantener despierta! … ¡Estas mal si crees que Leonardo va a…
- Rodrigo .- La voz calmada de Leonardo corto a esté.- Por algo que no comprendo muy bien creo que ella tiene razón. Voy a hablar con mis padres aunque no aseguro nada.
Todos vieron como se marchaban para la habitación donde estaban sus padres.
Entro y estaban allí los dos. Su madre sentada al lado de la cama y su padre miraba por la ventana con la vista perdida y las manos metidas en los bolsillos. Pensó que lo mejor era empezar por su padre, así que se dirigió hasta donde estaba y se puso a su lado.
- ¿Qué es lo que quieres? .- Le preguntó el hombre directamente.
- Papa.- Leonardo no sabía bien como abordar el tema.- Necesito pedirte a mama y a ti algo realmente incomprensible.- Tomo aliento y pensó que lo mejor era ir al grano.- El alta voluntaria de Alejandra.
Esperaba la negativa rotunda de sus progenitores pero lo que vino a continuación lo lleno de esperanza.
- Sabes lo mal que esta tu hermana y me pides algo así… ¿Qué poderosa razón te mueve?
- La intuición de una amiga y el poder de la unión.
- Queda muy poético, no lo puedo negar.. pero creo que no son razones suficientes para acceder en lo que me pides.
- Se que es descabellado, pero tienes que confiar en mi… algo me dice que todo va a salir bien si le hacemos caso a Crist… por favor..
- Crist es la chica que ha perdido a sus abuelos.
- Si.- Hizo una pequeña pausa.- Ella es la que me ha pedido que saquemos de aquí a Alejandra y la llevemos a su casa, tienes que creerme, tenía tanta entereza en sus palabras que estoy casi seguro que allí y con nuestra compañía Alejandra se va a recuperar.
El padre guardo un largo silencio, un silencio que parecía eterno. Se dirigió a su esposa y se sentó a su lado. Entrecruzaron unas palabras y ella asintió, después los dos se marcharon de la habitación dejando a Leonardo en la incertidumbre.
Leonardo se sentó junto a su hermana y le cogió la mano, parecía realmente frágil su estado. No sabía bien porque las palabras y la seguridad de su amiga le había llegado tan hondo, ahora, ante su hermana, de nuevo las dudas le invadían y temblaba solo de pensar que algo pudiese salir mal, que su hermana… Sus pensamientos fueron interrumpidos por la entrada de sus padres.
- Vamos a hacerte caso, ya están haciendo el papeleo y nosotros mismos la llevaremos a casa de Crist. Al menor síntoma de empeoramiento espero que seas lo bastante responsable como para traerla de nuevo.
Leonardo no pudo contestar, solo les dio un largo abrazo a sus padres.
Crist se sentó en el sofá y suspiro, Aurora se sentó a su lado en silencio… ¿Ahora que? … se preguntó para sus adentros. Paso un buen rato cada una en sus reflexiones. Aurora sufría de verla tan triste y apagada, seguramente estaría sumida en recuerdos, sabía que en esos momentos era mejor respetar sus cavilaciones. Quizás quisiera estar sola, se levanto dispuestas a salir de allí y fue la voz de su amiga quién la retuvo.
- No te vayas..- pidió casi suplicante.
- Tranquila, me quedare contigo aquí.
- ¿Hasta el final?
- Hasta el final.
- Bien, pues vámonos, cuanto antes empecemos antes terminaremos.- Dijo levantándose decidida aunque en su voz no había la misma decisión.
- ¿Dónde vamos?
- Al hospital, hay que sacar de allí a Alejandra y Rodrigo.
Cogieron el coche y se marcharon para el hospital. Cuando llegaron se encontraron en la sala de espera a todos los demás, Rodrigo estaba entre ellos con cara de dolor y apenado. Crist se acerco a ellos con aire decidido.
- ¿Cómo esta tu hermana? .- le pregunto directamente a Leonardo.
Este no contesto, si no que le hizo otra pregunta.
- ¿Has descansado?... ¿Cómo te encuentras tu?.
- Si… algo… ¿Y tu hermana?
- Débil, esta casi todo el tiempo con somnolencia y los médicos no saben como ha podido perder tanta sangre si ninguna herida ni derrame. Están haciéndole toda clase de pruebas para ver si encuentran algo.
- No le van a encontrar nada.- Afirmo Crist rotunda.- Ahí que sacarla de aquí lo antes posible.
- ¿Sacarla de aquí tan débil como esta?.. Primero tendrán que averigu….
- No Ismael, no… aquí no puede seguir… esta en peligro.- Miro a Leonardo directamente.- Tienes que convencer a tus padres para que firmen un alta voluntario y tenemos que ir a casa de mis abuelos. Hay un asunto pendiente que tenemos que resolver y el centro de todo esta allí.
- ¡Si no se puede apenas mantener despierta! … ¡Estas mal si crees que Leonardo va a…
- Rodrigo .- La voz calmada de Leonardo corto a esté.- Por algo que no comprendo muy bien creo que ella tiene razón. Voy a hablar con mis padres aunque no aseguro nada.
Todos vieron como se marchaban para la habitación donde estaban sus padres.
Entro y estaban allí los dos. Su madre sentada al lado de la cama y su padre miraba por la ventana con la vista perdida y las manos metidas en los bolsillos. Pensó que lo mejor era empezar por su padre, así que se dirigió hasta donde estaba y se puso a su lado.
- ¿Qué es lo que quieres? .- Le preguntó el hombre directamente.
- Papa.- Leonardo no sabía bien como abordar el tema.- Necesito pedirte a mama y a ti algo realmente incomprensible.- Tomo aliento y pensó que lo mejor era ir al grano.- El alta voluntaria de Alejandra.
Esperaba la negativa rotunda de sus progenitores pero lo que vino a continuación lo lleno de esperanza.
- Sabes lo mal que esta tu hermana y me pides algo así… ¿Qué poderosa razón te mueve?
- La intuición de una amiga y el poder de la unión.
- Queda muy poético, no lo puedo negar.. pero creo que no son razones suficientes para acceder en lo que me pides.
- Se que es descabellado, pero tienes que confiar en mi… algo me dice que todo va a salir bien si le hacemos caso a Crist… por favor..
- Crist es la chica que ha perdido a sus abuelos.
- Si.- Hizo una pequeña pausa.- Ella es la que me ha pedido que saquemos de aquí a Alejandra y la llevemos a su casa, tienes que creerme, tenía tanta entereza en sus palabras que estoy casi seguro que allí y con nuestra compañía Alejandra se va a recuperar.
El padre guardo un largo silencio, un silencio que parecía eterno. Se dirigió a su esposa y se sentó a su lado. Entrecruzaron unas palabras y ella asintió, después los dos se marcharon de la habitación dejando a Leonardo en la incertidumbre.
Leonardo se sentó junto a su hermana y le cogió la mano, parecía realmente frágil su estado. No sabía bien porque las palabras y la seguridad de su amiga le había llegado tan hondo, ahora, ante su hermana, de nuevo las dudas le invadían y temblaba solo de pensar que algo pudiese salir mal, que su hermana… Sus pensamientos fueron interrumpidos por la entrada de sus padres.
- Vamos a hacerte caso, ya están haciendo el papeleo y nosotros mismos la llevaremos a casa de Crist. Al menor síntoma de empeoramiento espero que seas lo bastante responsable como para traerla de nuevo.
Leonardo no pudo contestar, solo les dio un largo abrazo a sus padres.