sábado, 15 de enero de 2011

La casa de las Diez Ventanas

Me ha costado un poco poder escribir este nuevo capitulo, pero espero que en este año no tarde tanto entre uno y otro.
Esperando que os guste la continuación.
Un beso a todos mis lectores!
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XXI

Crist se sentó en el sofá y suspiro, Aurora se sentó a su lado en silencio… ¿Ahora que? … se preguntó para sus adentros. Paso un buen rato cada una en sus reflexiones. Aurora sufría de verla tan triste y apagada, seguramente estaría sumida en recuerdos, sabía que en esos momentos era mejor respetar sus cavilaciones. Quizás quisiera estar sola, se levanto dispuestas a salir de allí y fue la voz de su amiga quién la retuvo.
- No te vayas..- pidió casi suplicante.
- Tranquila, me quedare contigo aquí.
- ¿Hasta el final?
- Hasta el final.
- Bien, pues vámonos, cuanto antes empecemos antes terminaremos.- Dijo levantándose decidida aunque en su voz no había la misma decisión.
- ¿Dónde vamos?
- Al hospital, hay que sacar de allí a Alejandra y Rodrigo.
Cogieron el coche y se marcharon para el hospital. Cuando llegaron se encontraron en la sala de espera a todos los demás, Rodrigo estaba entre ellos con cara de dolor y apenado. Crist se acerco a ellos con aire decidido.
- ¿Cómo esta tu hermana? .- le pregunto directamente a Leonardo.
Este no contesto, si no que le hizo otra pregunta.
- ¿Has descansado?... ¿Cómo te encuentras tu?.
- Si… algo… ¿Y tu hermana?
- Débil, esta casi todo el tiempo con somnolencia y los médicos no saben como ha podido perder tanta sangre si ninguna herida ni derrame. Están haciéndole toda clase de pruebas para ver si encuentran algo.
- No le van a encontrar nada.- Afirmo Crist rotunda.- Ahí que sacarla de aquí lo antes posible.
- ¿Sacarla de aquí tan débil como esta?.. Primero tendrán que averigu….
- No Ismael, no… aquí no puede seguir… esta en peligro.- Miro a Leonardo directamente.- Tienes que convencer a tus padres para que firmen un alta voluntario y tenemos que ir a casa de mis abuelos. Hay un asunto pendiente que tenemos que resolver y el centro de todo esta allí.
- ¡Si no se puede apenas mantener despierta! … ¡Estas mal si crees que Leonardo va a…
- Rodrigo .- La voz calmada de Leonardo corto a esté.- Por algo que no comprendo muy bien creo que ella tiene razón. Voy a hablar con mis padres aunque no aseguro nada.
Todos vieron como se marchaban para la habitación donde estaban sus padres.
Entro y estaban allí los dos. Su madre sentada al lado de la cama y su padre miraba por la ventana con la vista perdida y las manos metidas en los bolsillos. Pensó que lo mejor era empezar por su padre, así que se dirigió hasta donde estaba y se puso a su lado.
- ¿Qué es lo que quieres? .- Le preguntó el hombre directamente.
- Papa.- Leonardo no sabía bien como abordar el tema.- Necesito pedirte a mama y a ti algo realmente incomprensible.- Tomo aliento y pensó que lo mejor era ir al grano.- El alta voluntaria de Alejandra.
Esperaba la negativa rotunda de sus progenitores pero lo que vino a continuación lo lleno de esperanza.
- Sabes lo mal que esta tu hermana y me pides algo así… ¿Qué poderosa razón te mueve?
- La intuición de una amiga y el poder de la unión.
- Queda muy poético, no lo puedo negar.. pero creo que no son razones suficientes para acceder en lo que me pides.
- Se que es descabellado, pero tienes que confiar en mi… algo me dice que todo va a salir bien si le hacemos caso a Crist… por favor..
- Crist es la chica que ha perdido a sus abuelos.
- Si.- Hizo una pequeña pausa.- Ella es la que me ha pedido que saquemos de aquí a Alejandra y la llevemos a su casa, tienes que creerme, tenía tanta entereza en sus palabras que estoy casi seguro que allí y con nuestra compañía Alejandra se va a recuperar.
El padre guardo un largo silencio, un silencio que parecía eterno. Se dirigió a su esposa y se sentó a su lado. Entrecruzaron unas palabras y ella asintió, después los dos se marcharon de la habitación dejando a Leonardo en la incertidumbre.
Leonardo se sentó junto a su hermana y le cogió la mano, parecía realmente frágil su estado. No sabía bien porque las palabras y la seguridad de su amiga le había llegado tan hondo, ahora, ante su hermana, de nuevo las dudas le invadían y temblaba solo de pensar que algo pudiese salir mal, que su hermana… Sus pensamientos fueron interrumpidos por la entrada de sus padres.
- Vamos a hacerte caso, ya están haciendo el papeleo y nosotros mismos la llevaremos a casa de Crist. Al menor síntoma de empeoramiento espero que seas lo bastante responsable como para traerla de nuevo.
Leonardo no pudo contestar, solo les dio un largo abrazo a sus padres.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Ana, no me extrañe que te haya costado un poco escribirle, es que te vas superando en cada capituo nuevo, están super currados!!. Chulísima la música de fondo de American Beauty mientras lo leía. Saludos

Anónimo dijo...

Estimada amiga preciosa entrada la tuya, de nuevo aquí estoy, y aqui encuentro la paz Que busco, Aquí te encuentro a tí y tu Sabiduría llena de luz y amor la fuerza poderosa que nos da vida. Gracias!
Desde mi Jaén natal un abrazo