martes, 29 de diciembre de 2009

Las Campanadas

Llego el momento culmen de la noche, toda la familia estaba ante la tele esperando las campanadas que anunciarían un nuevo año. Bajo la bola, sonaron los cuartos y…..
TOM!!!!.... Que mis hijos estén bien el próximo año..

TOM!!!... Que mi familia este bien el próximo año.

TOM!!!... Que a pesar de la crisis no me falte el trabajo.

TOM!!!... Quiero perder esos kilitos de más.

TOM!!!... Paciencia y comprensión para las situaciones difíciles.

TOM!!!... Que mi marido…..

TOM!!!... ……………….

TOM!!!... ……………….

TOM!!!... ………………

TOM!!!... ……………….

TOM!!!... ……………….

TOM!!!... Que mi marido………….

Empezó a tomar las uvas y a cada una formulo un deseo rápidamente…

TOM!!.... Salud para mis hijos

TOM!!…. Salud para mi familia

TOM!!…. Trabajo

TOM!!…. Dinero, que no falte.

TOM!!... Amistad

TOM!!... Que mi mujer….

TOM!!... Que mi mujer…

TOM!!... Que ella….

La miro de reojo y comía las uvas mecánicamente.

TOM!!....... ……………….

TOM!!... ………………

TOM!!.... ………si………

TOM!!.... ….Me vuelva a querer………..

Acabaron las campanadas y empezaron a destapar las botellas de champán con alegría. Su hermana le dio un beso a su esposo con alegría, ellos se miraron y él en un arrebato de incomprensión le dio un beso en los labios… ¡que dulce fue!.... Los niños probaron unas gotitas de aquel licor espumoso que tanto le gustaba a los mayores y cuando aquella loca euforía paso, apartaron la mesa a un lateral del salón, se puso música y empezaron a bailar. Los abuelos se echaron un par de pasodobles y a las dos y media se retiraron a descansar. Para las tres y media los tres primos se marcharon también a dormir y ya solo quedaron las dos parejas y su hermano Juan en el salón.
Pablo vio como su hermana se acomodaba en el regazo de su marido, miro a su esposa y deseo que ella hiciera lo mismo, aunque esta se sentó a su lado y de forma simbólica le dio la mano, para hacer ver a los demás que todo iba bien.
- Bueno Juan, ¿Y tu que? .- pregunto Mónica con desparpajo.
- Yo estoy muy a gusto así, soltero y sin compromiso.
- ¿Y vosotros?
Pablo parecio volver de un sueño, estaba distraído con toda aquella conversación.
- ¿Nosotros?
- Si, ¿Qué os contáis?
- Pues nada, ya ves…..
La mujer le cortó y empezaron a charlar animadamente las dos mujeres. Él al final se levanto y se marcho con su cuñado y su hermano a hablar de otras cosas….

Amanecía y su esposa dormía tranquila a su lado. Pablo se vistió con temor de despertarla, salio fuera y el frió del nuevo año le azoto la cara despejándolo del todo… ¿Qué cosas le traería?.... Notó un pequeño pinchazo en su interior, quizás algo de amor??..

martes, 22 de diciembre de 2009

Navidad

Descendieron del coche super felices, era Nochebuena, la noche en la cual se juntaban con la familia. Los niños no esperaron a sus padres, estaban deseosos de ver a los abuelos que los esperaban con los brazos abiertos en la entrada de la casa. Lucia y Pablo respiraron hondo y se cogieron de la mano. Avanzaron tranquilamente hasta la puerta y cuando la traspasaron ya había llegado la mayoría de la familia. Hermanos, cuñados, sobrinos, abuelos, todos con cara de felicidad.. bueno, quizás unos mas que otros.
Los hombres se quedaron en la salita con el abuelo hablando de muchas cosas, todas las mujeres se marcharon con la abuela a la cocina a terminar de preparar la mesa, la comida y refinar los detalles. He dicho antes que todos los hombres se quedaron en el salón... todos no... Antonio, le gustaba mas estar en la cocina, preparando deliciosos aperitivos y su tradicional tarta navideña. Le encantaba estar entre sus hermanas y sus cuñadas al lado de su madre y oír los cotilleos que volaban por la amplia cocina.
Los chiquillos se iban a la gran habitación de juegos, donde la abuela tenia una gran colección de juguetes antiguos y donde residía el gran baúl, un baúl en el cual siempre encontraban cosas con las que pasárselo bien.
Todo estaba perfecto en el comedor, la abuela cogió su campana especial de Navidad y la hizo sonar en todas las estancias. Primero en la de los mas pequeños, después en el salón.
La cena estaba como siempre llena de dulce ambrosía y todos comieron copiosamente. A las once y media esta había terminado, con lo cual todos se abrigaron lo mejor posible y se marcharon para la iglesia, el Mesías nacía esa noche y había que celebrarlo como Dios manda, en la misa del gallo.
Cuando llegaron a casa la abuela encendió las velas ante el nacimiento que residía en el salón. Saco la guitarra y todos se sentaron en corro ante el Belén. Cantaron villancicos, bailaron sevillanas, tomaron turrón, mantecados, sidra y champán, los mas pequeñas se les permitia un licor de mora sin alcohol, y la noche dio paso a la madrugada. Poco a poco el sueño y el cansancio fue haciendo mella en todos y los últimos que se acostaron, como siempre, fueron el abuelo y la abuela, pues a pesar de todos eran los que mas aguantaban la juerga.
Al siguiente día, día de Navidad, poco a poco la casa fue despertando y para la hora de la comida estaban todos de nuevo sentados en la gran mesa de comedor. La comida fue mas ligera, pues cualquiera se daba otro atracón. El día transcurrió mas tranquilo, no faltaron de nuevo los villancicos, ni la guitarra, ni la pandereta. Al caer la tarde todos se despidieron y cada uno volvió a su casa, a su rutina. Los niños eran los que peor llevaban aquello, pues los juegos en la casa de la abuela siempre eran especiales.
Lucia y Pablo salieron del coche con sus dos hijos, subieron al piso y al pasar el umbral la cara de felicidad se desdibujo. Habían sobrevivido un año mas, un año mas llevando la mascara de que todo iba bien, de que no pasaba nada, aunque en su interior sabían que su amor estaba roto para siempre.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Nunca..nunca...nunca...

Llueve, y entre la lluvia se mezclan mis lagrimas. En los charcos veo tu reflejo una y otra vez. Camino sin rumbo y mis pasos me llevan otra vez a ti, a tus sitios, a tus rincones, a tus secretos.
Dicen que para olvidar se bebe… ¿beber?... ¿para que?.
Dicen que para olvidar lo mejor es la distancia… ¿Distanciarse?.. ¿De que?.
No quiero beber, no quiero emborronar tu recuerdo en un alcohol absurdo que solo me producida vomitos de miseria y desesperación.
No quiero huir, no quiero irme lejos para no encontrarte… al final volveré y me cruzaré contigo de nuevo.
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Mi alma se pierde en la oscuridad. No veo ya. Me he detenido ante la puerta de tu casa y quiero verte aunque se que me romperé como un cristal en mil pedazos. Mas…. ¿Qué me queda ya?... La nada se apodera de mi como una vez lo hizo en Fantasía (*). Se que pronto habré desaparecido para siempre, pues, si no vivo para ti, ¿para que vivir?
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Te veo salir al fin, preciosa, como siempre. Tu luz me ciega y mi corazón se desboca sin control. Me ves y te aproximas sonriente con paso decidido. Paseamos por el parque, tomamos un café, me cuentas tu confidencias y cada palabra tuya me destroza por dentro… Si supieras mis pensamientos, mis sentimientos… pero eso es algo que tu nunca debes de saber.
A medio café se acerca él, es guapo, alto, atractivo… ¿Cómo no te vas a enamorar de alguien así?. Tu sonríes aun mas todavía, alborozada me das un beso en la mejillas y te veo marcharte con él.
Amiga, mi mejor amiga… eso me dices siempre que soy… y yo, triste de mi, te veo como mi compañera ideal, como mi media naranja… pues se que… estoy totalmente enamorada de ti.

Te veo salir del local, y mi mundo vuelve de nuevo a la oscuridad.
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*Fantasía es el mundo que Michael Ende creo en su libro “La historia interminable”