sábado, 26 de junio de 2010

La casa de las Diez Ventanas

CAPITULO X

Aurora dormía en una de las butacas del cine de verano. A pesar de ser incomodas estaba totalmente reventada y es que el día no había sido para menos. Después de correr y tomar un buen desayuno lo habían quemado en la pista de tenis. Después de comer se fueron a la piscina y mas tarde bajaron un rato a la playa. Llegaron con la hora justa de cenar, ducharse y salir de nuevo de casa. Aurora se pregunto seriamente si aquello eran unas vacaciones para descansar o para darse la gran paliza, con lo cual cuando se sentó en aquella incomoda silla de madera el sueño le entro a los cinco minutos de la proyección. La voz de Crist la saco de aquella encantadora sensación.
- Aurora, ya ha terminado la peli.
Abrió los ojos y vio que todo el mundo se estaba levantando. Miro la hora y eran las doce y diez. Cuando intento moverse se noto algo entumecida y dolorida por las agujetas, al levantarse se acordó de una canción de hombres G que se iban al cine y se les quedaba el culo echo una piedra… así lo tenía ella, sin duda. Aventurando una frase típica soltó.
- Que bonita la peli… me ha encantado el final.
- Oh si, que bonito final, ¿verdad?.- comentó su amiga sarcástica.- El bueno gana, el malo pierde y todos mas felices que un teletaby..
- Pues si, eso.
- Pero si te has pasado toda la peli durmiendo como una marmota.
- No mujer.- rió Aurora.- Es que lo he hecho para disimular, ¿A que no se me ha notado nada que no dormía?
- Desde luego que el “no dormir” se te da bien.- acompaño Ismael.
- Ves, él me comprende.
- Ya veo, ya.
- Venga Crist, déjala, llevamos un día muy ajetreado.- hizo una pequeña pausa.- Y bueno, ¿Adonde os apetece ir ahora?
- A la playa, esta muy guay de noche.- dijo Crist sin vacilar.
- Y tu Aurora, ¿quieres ir a la playa también?.- pregunto Ismael cauteloso.
- Si.
- ¿Seguro?
Aurora se quedo un poco desconcertada y cruzó con su amiga una rápida mirada.
- Si, ¿Por qué no querría ir?
- Como ya hemos estado allí hoy por la tarde.. pues no se…
- Me gusta mucho el mar… me relaja…
- Pues vayamos.

Llegaron a la playa y se sentaron cerca de la orilla. Aurora miró a su alrededor y no se veía ni un alma, quizás tuviera que darse un paseo aunque le daba un poco de miedo. Se levanto decidida y antes de que pudiera pronunciar palabra fue Ismael quien hablo.
- ¿A dónde vas?
- Voy a dar un paseo como ayer.
- Te acompañamos.
- No, no hace falta.
Ismael la miro seriamente.
- No deberías de andar sola, no es seguro.
- Ayer pasee sola.
- Si…. ya.- titubeo como si estuviera eligiendo sus palabras.- Ayer tuviste suerte, pero hay mucha gente mala por aquí.
- ¿Suerte?....- De nuevo miro a su amiga con cara acusadora y esta negó con la cabeza.- ¿Suerte de que no me pasara nada?
- Si… eso… de un mal encuentro y salir ilesa.
Aurora se quedo de piedra, helada… ¿Cómo sabía Ismael…
- ¿Cómo sabes lo que me paso ayer?
Ismael puso cara de pocos amigos.
- ¿Es que te paso algo?
- Pues…. repaso las palabras mentalmente y en realidad según el sentido con que se dijera Ismael no había dicho que hubiese tenido un mal encuentro.. lo había dicho como sugerencia, no como afirmación.
- No nada.
Ismael tomo un serio tono de voz.
- Aurora, tienes que explicarte… ¿Qué te paso ayer?
- Yo no tengo porque explicarte nada en realidad.
- Pienso que si.
Hubo un silencio intenso y lleno de significado que fue roto por Ismael.
- Lo que te paso ayer se lo has contado a Crist, ¿verdad?
- Ella es mi amiga, a ti te conozco solo de un día.
- Yo se lo pregunte a Leonardo.
Ahora fueron Crist y Aurora las que se quedaron sin palabras y lo miraron atónitas.
- ¿A Leonardo? – pregunto Aurora llena de sorpresa.
- Si.- contesto Ismael.- Vi que te acompañaba y lo llame cuando llegue al hotel.
- ¿Y se puede saber lo que te contó?
- Que te atacaron unos delincuentes de poca monta y te defendió.- se puso serio.- Fue una suerte que estuviera cerca, él no suele bajar a la playa nunca por no encontrarse con gente.
- ¿Y no te dio mas detalles?
- No.- dijo algo sorprendido.- ¿Es que me tenía que haber contado algo mas?
- Hablas de Leonardo como si lo conocieras bien.
- Bueno, para vuestra información, y ya que vamos a ser sinceros, Leonardo es amigo mío.
- Pues siendo tu amigo y como sois los tíos no me extrañaría que te hubiese contado algo mas.- dijo Aurora algo molesta.
- ¿Cómo que?
- Como que esta noche habíamos quedado en vernos de nuevo a solas...
- Pues mira, siendo así ya me quedo mas tranquilo.- suspiro.- Si quieres ir a su encuentro seguramente estará….
- Pues mira, quizás no me apetezca ahora ir.- dijo sin casi creerse lo que de una manera inesperada salía por su boca cortándolo.
- ¿Por qué? .- la pregunta salió a coro de los dos.
- No se.- se volvió a sentar.- Cuando queráis nos podemos ir.
Los dos la miraron con extrañeza, aquel cambio tan repentino e infantil los había descolocado.
- Pero Aurora…- empezó a decir Crist.
- Ni Aurora ni leche.. que no quería que de esto se enterase nadie y parece que es de dominio público.
- Si es por que me lo contó a mi, no lo entiendo.. tu se lo has contado a Crist, y por lo que puedo adivinar con mas detalles que él a mi.
- Ella es mi amiga de toda la vida, ¿te enteras?
Ismael bufo como un toro y se puso de pie. Dio una vuelta alrededor de las chicas y se encaro directamente con Aurora.
- Mira niña.- aquello a Aurora le sentó bastante mal pues no aguantaba que le llamaran niña, pero él continuo.- Leonardo es mi mejor amigo, si no como crees que podría venir desde hace un par de años a ver a Crist. Yo no tengo pelas para pagarme un hotel una semana entera, solo soy un pobre estudiante como tu. Conozco a Leo desde primero de EGB y gracias a que este, su pueblo, lo tratan tan mal por no se que vieja historia supersticiosa sin fundamentos me he venido todos los veranos a pasar unos días con mi amigo.- respiro hondo antes de seguir hablando.- Resulta que un día paseando vi a Crist y me pareció la chica mas guapa que había visto, así que fui a conquistarla, y mi amigo.- remarco esas palabras.- lo primero que hizo para que no me relacionaran con él, fue mandarme a una habitación del hotel, que para vuestra información y para que sirva de referencia pertenece a sus padres.- hizo una pequeñisima pausa.- Cuando se entero que salía con ella desapareció para mas seguridad, y bueno, el año pasado se lo encontró en la playa, luego me dijo que le pareciste muy guapa.- sonrió a Crist cuando dijo estas palabras.- Y ahora resulta que por que ayer lo llame y solo me dijo que te saco de un apuro y que tuviese cuidado de no dejarte sola la niña se enfada y ya no lo quiere ver.- volvió a coger aire antes de terminar.- Pues sabes lo que te digo.. que ayer cuando estaba hablando con él parecía que en su tono de voz tenía algo distinto, algo que no comprendí y que creo que no deberías de romper antes de que empiece… estoy seguro que esta allí esperándote.- señalo unas rocas que no se veían muy lejos.- Espero que vayas y que hables con él y dejes tus tontunas remojadas en el mar.
Aurora se quedó sin habla y miró a su amiga interrogativa. Ismael se aparto de ellas unos pasos perdiendo la mirada en el inmenso azul. Un silencio incomodo se instalo después de aquel discurso tan lleno de pasión. Aurora se levanto y miro hacía donde le había indicado Ismael, fue despacio y como él le había dicho allí estaba respirando la calma que producía la brisa marina.
- Hola.- saludo timidamente.
El no contesto, su mirada era oscura, mas al mirarla una tenue luz se encendió en algún remoto lugar. Lo contemplo y comprendió lo que le decía su amiga la noche anterior, era guapo, tenía un rostro perfecto, un rostro que ella no sabría describir con palabras, que había que verlo simplemente. Mas en aquel rostro vio algo que no sabía muy bien que era, en sus ojos tenía la perdida, el desazón, una tristeza que no sabía muy bien como explicar. Le extendió la mano y ella se la cogió, se sentó a su lado y notó como él le pasaba el brazo por los hombros. Aquel contacto fue algo inesperado para ella, lo conocía de la noche de antes pero tenía la sensación, la extraña sensación de que había pasado toda la vida a su lado. Se sentía bien, a salvo, no necesitaba nada mas, se dejo abrazar e inesperadamente se arropo contra él y le dieron ganas de llorar, aunque aquel impulso lo retuvo a tiempo. Paso un buen rato hasta que una voz a su espalda le saco de aquel mágico momento.
- Leonardo, alguien te quiere conocer.
Los dos miraron hacía la voz y vieron a Ismael y Crist tras ellos. Aurora se sintió pillada en falta y se levanto con rapidez, él se quedo petrificado, no sabía que hacer, ni como encajar aquel repentino cambio de aire.
- Es Crist.- Explico Ismael.- Aunque tu ya la viste el año pasado en la playa.
- Si, me acuerdo.- pudo articular torpemente.- ¿Pero seguro…. seguro que quiere conocerme a mi? .- pregunto titubeante.
- Pues claro que si.- sonrió Crist resuelta.- Eres como mi héroe después de salvar a mi amiga de las garras de los malvados.
- Pero sigo siendo un maldito al fin y al cabo.- dijo con segura convención.
- Y esos de los que la libraste eran verdaderos demonios.- le salió a Crist con toda naturalidad.- No veo nada extraño en ti, y si eres el mejor amigo de mi Ismael menos todavía.
Leonardo sonrió de pleno y por un momento Aurora tuvo la sensación que se iluminaba la noche de una forma realmente especial.
- ¿Entonces que?.- pregunto Ismael.
- Estoy un poco abrumado, la verdad… todo es tan inesperado.
Crist se acerco a Leonardo y le planto un par de besos en las mejillas, luego lo cogió de la mano y cogió a Ismael también, estaban los cuatro enlazados de las manos.
- ¿Esto es real? .- pregunto Leonardo como alucinado.
- Es real, supongo que esto tenía que ocurrir, que estaba escrito en algún sitio.- comento Aurora.
- ¿Escrito? .- pregunto Ismael.
- El destino… supongo…. no se….
La luna se ensombreció ante los ojos de los cuatro amigos y entonces se dieron cuenta, algo etereo estaba ante ellos. Un escalofrió general los recorrió a todos y las manos entrelazadas se apretaron instintivamente.
- Aurora tiene razón. Este encuentro estaba escrito, es vuestro destino.
Aquella voz resonó hueca y potente.. los cuatro estaban petrificados, y fue Leonardo quien tomo la iniciativa.
- ¿Quien o que eres?... ¿Qué quieres?
- Yo no soy nada sin vosotros.- hizo una pausa que les pareció eterna.- Tenéis que encontrar el anillo del poder, vuestros hermanos también tienen que participar en la búsqueda, y recordar, tenéis que estar unidos, siempre unidos.
- ¿Anillo?... ¿Qué anillo?...
La sombra se desvaneció y la luna volvió a iluminar el lugar. A Crist las piernas le temblaban tanto que tuvo que sentarse, Ismael se derrumbo a su lado y Leonardo hizo otro tanto… Aurora en cambio se quedo allí, de pie, perdida en un inmenso laberinto de un sueño incompleto… claro… eso era….
- El anillo del poder.- dijo en voz alta.- Ese anillo esta en tu casa Leonardo, en la casa donde te vi por primera vez.
- Pero que dices… ¿estas delirando?
- No, lo vi en un sueño, el primer sueño que tuve la primera noche que pase aquí. Esta en la casa que hay enfrente de la de Crist, en la casa de las diez ventana.
- La primera vez que me viste fue aquí en la playa ayer.- aclaro Leonardo.
- No, fue en mi sueño, pero te llamabas Alejandro.

3 comentarios:

noeli dijo...

uysssssssssssssssssssssssss que emocionantee, será un verano super emocionante, gracias Anaa, sencillamente genial :)

noeli dijo...

ahhh y que chuli dejaste el blog, parece un cielo azul con nubes blancas!

Ana dijo...

ES que me encanta el azul... es mi color!!
Besos!