miércoles, 30 de junio de 2010

La casa de las Diez Ventanas

XI

Se bajaron del coche y después de andar un poco llegaron a una explanada donde había un pequeño bar al que entraron. La luz era tenue, la decoración era sencilla y en una esquina había un piano de media cola negro. Las mesas eran bajas y estaban rodeadas de cómodos sofás donde se sentaron, era un sitio muy acogedor. La camarera se acerco, coloco una vela en la mesa y encendió una varita de incienso que perfumo el ambiente de inmediato de un agradable olor. Después de realizar esto como un ritual, afectuosamente saludo a Leonardo, pregunto que querían beber y cuando finalizo el pedido se marcho a por él. Tras aquel extraño encuentro en la playa ninguno quiso prolongar su estancia allí, con lo cual habían decidido ir a alguna parte. Leonardo propuso un aquel sitio que estaba en Aldemar, sitio que se encontraba a una media hora de allí. Crist estuvo de acuerdo y se marcharon en su coche. Aurora quizás fue la primera que se dio cuenta, o quizás la primera que lo comento..
- Oye, ¿Aquí no se fuma?
- No.. por eso hay tan pocos clientes.- contesto Leonardo sonriendo.- Pero yo lo prefiero, ¿es que fumais? .- pregunto él a su vez a las chicas.
- No… no… - contestaron las dos casi a la vez.
La camarera vino con las bebidas y las dejo en la mesa.
- Perdonad… - los cuatro la miraron.- .. Me llamo Luna.. bueno, Leonardo ya me conoce, pero es que me encanta conocer a los que visitan mi bar, será un momento, si me permitís el atrevimiento me gustaría cogeros un momento la mano.- la seguían mirando sin comprender muy bien.- ¿Quién será el primero?
Crist para tal fin fue la mas lanzada, alargo la mano y Luna se la cogió y cerro un momento los ojos. Crist noto un pequeño apretón y el miedo que aún albergaba tras su encuentro desapareció. Luna le soltó la mano y sonrió.
- Bienvenida Cristina, no tengas miedo, siempre que estés con él.- y señalo a Ismael.- No te pasara nada… pero debes de ser fuerte, pronto tendrás que afrontar grandes retos.
Crist palideció, ¿Cómo sabía su nombre, su miedo y a que retos se refería?
- No palidezcas aún querida, tienes una gran fortaleza a tu alrededor.- Miro a Ismael.- Por favor caballero.
Ismael le extendió la mano y Luna se la cogió fuertemente, cerro un momento los ojos y cuando los abrió sonreía.
- Ismael, que felicidad rebosa de tu corazón… pero ten cuidado.. tendrás momentos de oscuridad en los que la razón dejara paso al delirio.. busca la luz, no te alejes de ella.- concluyo señalando a Crist.- Ahora tu.
Aurora alargo la mano y Luna repitió la misma operación que con sus amigos, cuando abrió los ojos miro a Leonardo y guardo un momento silencio antes de hablar quizás con mas calma que con los demás.
- Aurora, tu nombre lo dice todo.- Sonrió y miro de nuevo a Leonardo antes de mirarla intensamente a ella.- Eres la luz, la luz de la playa, la luz que necesita para salir de las tinieblas de una vez. Tienes que llevar siempre ese resplandor de tu interior hacía los demás, pues tendrás que estar siempre firme cuando necesiten de ti.- Sonrió y paseo de nuevo su mirada por los cuatro.- Si estáis unidos podréis regresar para encontraros.
Con estas enigmáticas palabras se alejo para la barra y los dejo totalmente desconcertados. La primera que rompió aquel incomodo silencio fue Crist.
- Pero bueno, ¿A que se dedica Luna? .- pregunto mirando directamente a Leonardo algo mosqueada.- ¿Es que es adivina o algo así?
- Algo así.- confirmo Leonardo tranquilo.
- ¿Y tu lo sabías y nos traes aquí a que nos lea la mano? .- siguió preguntando cada vez mas cabreada.
- Yo os he traído aquí para tomar algo tranquilamente.- se explico Leonardo.- No sabía que se iba a dedicar a cogeros la mano.
- Pues la verdad es que no me ha hecho gracia ni que sepa mi nombre, ni nada de lo que me ha dicho.. y solo así, cogiendo mi mano.. ¿es que vosotros no os mosquea eso un poco?
- La verdad es que mas que mosqueo, me ha sorprendido un poco.- comento Aurora.- No creo que sea para tanto.
- ¡Pero como podéis quedaros así?... primero lo de la playa, ahora esto… la verdad es que yo propongo que ….
- Leonardo, ¿Por qué no tocas algo al piano? .- pregunto Luna parándose un segundo e interrumpiendo a Crist.- Me gustaría tener un poco de música en directo.- Se marcho para la mesa que iba a servir.
- ¿Tocas el piano?.- preguntó Aurora.
- Si.. me defiendo.
- Me encantaría escucharte.
Leonardo se levanto y le ofreció la mano a Aurora.
- Vienes y así me sugieres algún tema.
- Pues si… se me ocurre algún tema.- dijo mientras se levantaba y se marchaba con él.
- Pero… pero…. ¿Qué os pasa? .- pregunto incrédula mientras los veía irse.- ¿Es que solo yo estoy en mis cabales?
- Cariño, esta noche no.- oyó la voz de Luna que estaba de nuevo al lado de la mesa.- Espera un momento, escucha y relájate. Disfruta e intenta no pensar.
De un modo que no comprendía aquellas palabras la tranquilizaron como si se hubiera tratado de una dulce caricia. Ismael la abrazo y entonces paso. La Luz se hizo aún mas tenue pues solo quedo prácticamente la de las velas, la música ambiental fue sustituida por el claro sonido del instrumento… una melodía que Ismael reconoció en las primeras notas… Big my secret…
Las melodías se sucedían, todas lentas, llenas de sentimiento.. el tiempo se esfumo como por arte de magia.









sábado, 26 de junio de 2010

La casa de las Diez Ventanas

CAPITULO X

Aurora dormía en una de las butacas del cine de verano. A pesar de ser incomodas estaba totalmente reventada y es que el día no había sido para menos. Después de correr y tomar un buen desayuno lo habían quemado en la pista de tenis. Después de comer se fueron a la piscina y mas tarde bajaron un rato a la playa. Llegaron con la hora justa de cenar, ducharse y salir de nuevo de casa. Aurora se pregunto seriamente si aquello eran unas vacaciones para descansar o para darse la gran paliza, con lo cual cuando se sentó en aquella incomoda silla de madera el sueño le entro a los cinco minutos de la proyección. La voz de Crist la saco de aquella encantadora sensación.
- Aurora, ya ha terminado la peli.
Abrió los ojos y vio que todo el mundo se estaba levantando. Miro la hora y eran las doce y diez. Cuando intento moverse se noto algo entumecida y dolorida por las agujetas, al levantarse se acordó de una canción de hombres G que se iban al cine y se les quedaba el culo echo una piedra… así lo tenía ella, sin duda. Aventurando una frase típica soltó.
- Que bonita la peli… me ha encantado el final.
- Oh si, que bonito final, ¿verdad?.- comentó su amiga sarcástica.- El bueno gana, el malo pierde y todos mas felices que un teletaby..
- Pues si, eso.
- Pero si te has pasado toda la peli durmiendo como una marmota.
- No mujer.- rió Aurora.- Es que lo he hecho para disimular, ¿A que no se me ha notado nada que no dormía?
- Desde luego que el “no dormir” se te da bien.- acompaño Ismael.
- Ves, él me comprende.
- Ya veo, ya.
- Venga Crist, déjala, llevamos un día muy ajetreado.- hizo una pequeña pausa.- Y bueno, ¿Adonde os apetece ir ahora?
- A la playa, esta muy guay de noche.- dijo Crist sin vacilar.
- Y tu Aurora, ¿quieres ir a la playa también?.- pregunto Ismael cauteloso.
- Si.
- ¿Seguro?
Aurora se quedo un poco desconcertada y cruzó con su amiga una rápida mirada.
- Si, ¿Por qué no querría ir?
- Como ya hemos estado allí hoy por la tarde.. pues no se…
- Me gusta mucho el mar… me relaja…
- Pues vayamos.

Llegaron a la playa y se sentaron cerca de la orilla. Aurora miró a su alrededor y no se veía ni un alma, quizás tuviera que darse un paseo aunque le daba un poco de miedo. Se levanto decidida y antes de que pudiera pronunciar palabra fue Ismael quien hablo.
- ¿A dónde vas?
- Voy a dar un paseo como ayer.
- Te acompañamos.
- No, no hace falta.
Ismael la miro seriamente.
- No deberías de andar sola, no es seguro.
- Ayer pasee sola.
- Si…. ya.- titubeo como si estuviera eligiendo sus palabras.- Ayer tuviste suerte, pero hay mucha gente mala por aquí.
- ¿Suerte?....- De nuevo miro a su amiga con cara acusadora y esta negó con la cabeza.- ¿Suerte de que no me pasara nada?
- Si… eso… de un mal encuentro y salir ilesa.
Aurora se quedo de piedra, helada… ¿Cómo sabía Ismael…
- ¿Cómo sabes lo que me paso ayer?
Ismael puso cara de pocos amigos.
- ¿Es que te paso algo?
- Pues…. repaso las palabras mentalmente y en realidad según el sentido con que se dijera Ismael no había dicho que hubiese tenido un mal encuentro.. lo había dicho como sugerencia, no como afirmación.
- No nada.
Ismael tomo un serio tono de voz.
- Aurora, tienes que explicarte… ¿Qué te paso ayer?
- Yo no tengo porque explicarte nada en realidad.
- Pienso que si.
Hubo un silencio intenso y lleno de significado que fue roto por Ismael.
- Lo que te paso ayer se lo has contado a Crist, ¿verdad?
- Ella es mi amiga, a ti te conozco solo de un día.
- Yo se lo pregunte a Leonardo.
Ahora fueron Crist y Aurora las que se quedaron sin palabras y lo miraron atónitas.
- ¿A Leonardo? – pregunto Aurora llena de sorpresa.
- Si.- contesto Ismael.- Vi que te acompañaba y lo llame cuando llegue al hotel.
- ¿Y se puede saber lo que te contó?
- Que te atacaron unos delincuentes de poca monta y te defendió.- se puso serio.- Fue una suerte que estuviera cerca, él no suele bajar a la playa nunca por no encontrarse con gente.
- ¿Y no te dio mas detalles?
- No.- dijo algo sorprendido.- ¿Es que me tenía que haber contado algo mas?
- Hablas de Leonardo como si lo conocieras bien.
- Bueno, para vuestra información, y ya que vamos a ser sinceros, Leonardo es amigo mío.
- Pues siendo tu amigo y como sois los tíos no me extrañaría que te hubiese contado algo mas.- dijo Aurora algo molesta.
- ¿Cómo que?
- Como que esta noche habíamos quedado en vernos de nuevo a solas...
- Pues mira, siendo así ya me quedo mas tranquilo.- suspiro.- Si quieres ir a su encuentro seguramente estará….
- Pues mira, quizás no me apetezca ahora ir.- dijo sin casi creerse lo que de una manera inesperada salía por su boca cortándolo.
- ¿Por qué? .- la pregunta salió a coro de los dos.
- No se.- se volvió a sentar.- Cuando queráis nos podemos ir.
Los dos la miraron con extrañeza, aquel cambio tan repentino e infantil los había descolocado.
- Pero Aurora…- empezó a decir Crist.
- Ni Aurora ni leche.. que no quería que de esto se enterase nadie y parece que es de dominio público.
- Si es por que me lo contó a mi, no lo entiendo.. tu se lo has contado a Crist, y por lo que puedo adivinar con mas detalles que él a mi.
- Ella es mi amiga de toda la vida, ¿te enteras?
Ismael bufo como un toro y se puso de pie. Dio una vuelta alrededor de las chicas y se encaro directamente con Aurora.
- Mira niña.- aquello a Aurora le sentó bastante mal pues no aguantaba que le llamaran niña, pero él continuo.- Leonardo es mi mejor amigo, si no como crees que podría venir desde hace un par de años a ver a Crist. Yo no tengo pelas para pagarme un hotel una semana entera, solo soy un pobre estudiante como tu. Conozco a Leo desde primero de EGB y gracias a que este, su pueblo, lo tratan tan mal por no se que vieja historia supersticiosa sin fundamentos me he venido todos los veranos a pasar unos días con mi amigo.- respiro hondo antes de seguir hablando.- Resulta que un día paseando vi a Crist y me pareció la chica mas guapa que había visto, así que fui a conquistarla, y mi amigo.- remarco esas palabras.- lo primero que hizo para que no me relacionaran con él, fue mandarme a una habitación del hotel, que para vuestra información y para que sirva de referencia pertenece a sus padres.- hizo una pequeñisima pausa.- Cuando se entero que salía con ella desapareció para mas seguridad, y bueno, el año pasado se lo encontró en la playa, luego me dijo que le pareciste muy guapa.- sonrió a Crist cuando dijo estas palabras.- Y ahora resulta que por que ayer lo llame y solo me dijo que te saco de un apuro y que tuviese cuidado de no dejarte sola la niña se enfada y ya no lo quiere ver.- volvió a coger aire antes de terminar.- Pues sabes lo que te digo.. que ayer cuando estaba hablando con él parecía que en su tono de voz tenía algo distinto, algo que no comprendí y que creo que no deberías de romper antes de que empiece… estoy seguro que esta allí esperándote.- señalo unas rocas que no se veían muy lejos.- Espero que vayas y que hables con él y dejes tus tontunas remojadas en el mar.
Aurora se quedó sin habla y miró a su amiga interrogativa. Ismael se aparto de ellas unos pasos perdiendo la mirada en el inmenso azul. Un silencio incomodo se instalo después de aquel discurso tan lleno de pasión. Aurora se levanto y miro hacía donde le había indicado Ismael, fue despacio y como él le había dicho allí estaba respirando la calma que producía la brisa marina.
- Hola.- saludo timidamente.
El no contesto, su mirada era oscura, mas al mirarla una tenue luz se encendió en algún remoto lugar. Lo contemplo y comprendió lo que le decía su amiga la noche anterior, era guapo, tenía un rostro perfecto, un rostro que ella no sabría describir con palabras, que había que verlo simplemente. Mas en aquel rostro vio algo que no sabía muy bien que era, en sus ojos tenía la perdida, el desazón, una tristeza que no sabía muy bien como explicar. Le extendió la mano y ella se la cogió, se sentó a su lado y notó como él le pasaba el brazo por los hombros. Aquel contacto fue algo inesperado para ella, lo conocía de la noche de antes pero tenía la sensación, la extraña sensación de que había pasado toda la vida a su lado. Se sentía bien, a salvo, no necesitaba nada mas, se dejo abrazar e inesperadamente se arropo contra él y le dieron ganas de llorar, aunque aquel impulso lo retuvo a tiempo. Paso un buen rato hasta que una voz a su espalda le saco de aquel mágico momento.
- Leonardo, alguien te quiere conocer.
Los dos miraron hacía la voz y vieron a Ismael y Crist tras ellos. Aurora se sintió pillada en falta y se levanto con rapidez, él se quedo petrificado, no sabía que hacer, ni como encajar aquel repentino cambio de aire.
- Es Crist.- Explico Ismael.- Aunque tu ya la viste el año pasado en la playa.
- Si, me acuerdo.- pudo articular torpemente.- ¿Pero seguro…. seguro que quiere conocerme a mi? .- pregunto titubeante.
- Pues claro que si.- sonrió Crist resuelta.- Eres como mi héroe después de salvar a mi amiga de las garras de los malvados.
- Pero sigo siendo un maldito al fin y al cabo.- dijo con segura convención.
- Y esos de los que la libraste eran verdaderos demonios.- le salió a Crist con toda naturalidad.- No veo nada extraño en ti, y si eres el mejor amigo de mi Ismael menos todavía.
Leonardo sonrió de pleno y por un momento Aurora tuvo la sensación que se iluminaba la noche de una forma realmente especial.
- ¿Entonces que?.- pregunto Ismael.
- Estoy un poco abrumado, la verdad… todo es tan inesperado.
Crist se acerco a Leonardo y le planto un par de besos en las mejillas, luego lo cogió de la mano y cogió a Ismael también, estaban los cuatro enlazados de las manos.
- ¿Esto es real? .- pregunto Leonardo como alucinado.
- Es real, supongo que esto tenía que ocurrir, que estaba escrito en algún sitio.- comento Aurora.
- ¿Escrito? .- pregunto Ismael.
- El destino… supongo…. no se….
La luna se ensombreció ante los ojos de los cuatro amigos y entonces se dieron cuenta, algo etereo estaba ante ellos. Un escalofrió general los recorrió a todos y las manos entrelazadas se apretaron instintivamente.
- Aurora tiene razón. Este encuentro estaba escrito, es vuestro destino.
Aquella voz resonó hueca y potente.. los cuatro estaban petrificados, y fue Leonardo quien tomo la iniciativa.
- ¿Quien o que eres?... ¿Qué quieres?
- Yo no soy nada sin vosotros.- hizo una pausa que les pareció eterna.- Tenéis que encontrar el anillo del poder, vuestros hermanos también tienen que participar en la búsqueda, y recordar, tenéis que estar unidos, siempre unidos.
- ¿Anillo?... ¿Qué anillo?...
La sombra se desvaneció y la luna volvió a iluminar el lugar. A Crist las piernas le temblaban tanto que tuvo que sentarse, Ismael se derrumbo a su lado y Leonardo hizo otro tanto… Aurora en cambio se quedo allí, de pie, perdida en un inmenso laberinto de un sueño incompleto… claro… eso era….
- El anillo del poder.- dijo en voz alta.- Ese anillo esta en tu casa Leonardo, en la casa donde te vi por primera vez.
- Pero que dices… ¿estas delirando?
- No, lo vi en un sueño, el primer sueño que tuve la primera noche que pase aquí. Esta en la casa que hay enfrente de la de Crist, en la casa de las diez ventana.
- La primera vez que me viste fue aquí en la playa ayer.- aclaro Leonardo.
- No, fue en mi sueño, pero te llamabas Alejandro.

jueves, 24 de junio de 2010

La casa de las Diez Ventanas

VIII

Ismael se quedo en el hotel y las dos chavalas se marcharon con el coche para la casa. Aurora había ido muy silenciosa todo el rato y esto no había pasado desapercibido para su amiga, antes de llegar al hogar esta paro un momento.
- Aurora, ¿Qué pasa?
- Nada.
- Se que te pasa algo, ya me lo puedes ir soltando.
Aurora sabía que no podía engañar a su amiga, era como un libro abierto a su mirada.
- Te lo cuento si nos tomamos algo antes de ir definitivamente a casa, si es que la hora lo permite.
- ¡Pues claro!, aquí con mis abuelos no tengo horarios y por consiguiente tu tampoco.- comento mientras aparcaba.

Crist tenía el rostro angustiado cuando su amiga termino de relatarle lo que le había pasado.
- No me podré perdonar lo de esta noche, han estado a punto de…
- No lo digas, a lo mejor esto tenía que pasar.
- Si no hubiesemos actuado como memos esto…
- Yo no me hubiese encontrado con Leonardo y no tendría ahora la certeza de que es en realidad un buen chico, no un maldito como dicen la mayoría de la gente.
- Eso no es escusa..
- ¿No lo entiendes, Crist?... él estaba en la playa por algo, esto tenía que pasar por algo.
Crist se quedo callada y pensativa.
- Es un Draco, un Draco. El mismo que tu te encontraste el año pasado en la playa, me dijo que después del encuentro de entonces no había salido hasta esta noche.. algo le empujo a hacerlo.
- Pues yo pienso que ha sido pura casualidad.
- Mañana volveremos a la playa, le he dicho que intentaría verlo de nuevo.
- Mañana le contaremos a Ismael lo que ha pasado y..
- No, por favor, no le digas nada.
- ¿Por qué?, a lo mejor lo quiere conocer, a mi no me importaría.
- ¿A ti no te importaría?
- Después de lo que me has contado no… seguro que a Ismael tampoco.
- El caso es que a lo mejor prefiere él estar al principio solo conmigo por que no tiene mucha confianza en gente que sea tan superticiosa sobre su persona.
Su amiga cayo un momento y soltó un corto bufido.
- A lo mejor eres tu quien tiene ganas de estar con él a solas por que te ha gustado el chaval.
Aurora se quedo un momento cortada.
- No, a mi…
- Vamos, vamos… que yo todavía me acuerdo de él y solo lo vi un ratito de encontronazo.. el chico es guapote y si encima te salva, se convierte automáticamente en tu héroe.
- Un poco exagera si que eres.
- No creas que tanto.- Crist sonrió con picardía.- Dime que no te gusta aunque sea un poquito.
- Me ha caído bien, eso es todo.
- Ya bueno.- Se termino su bebida.- Mañana iremos por la noche a la playa.
- Y a Ismael.
- Ni una sola palabra.




IX

La anciana entró al cuarto y vio a las dos chicas durmiendo como angelitos, sonrió y salió.
- Están durmiendo Ismael, estas se han olvidado que había quedado contigo para correr.
- Entonces porque no te vienes tu.
La anciana rió de buena gana.
- Yo ya me fui con mi novio esta mañana a dar un paseo en bicicleta, un poco mas temprano para que no me pillase el calor.
- Mecachis, si yo ya había pensado que tenía que haber venido mas temprano… ¿las despertara?
- Por ti haría muchas cosas, menos despertar a mi nieta.. me tira los trastos a la cabeza.
- ¿Tan mal despertar tiene?
- ¡Ajam!... así que si tu te quieres atrever duerme donde el año pasado.
- Lo intentare, quizás yo tenga mas suerte.
Se encamino para el dormitorio y entró con precaución. Las dos amigas dormían placidamente y solo se oía sus respiraciones. Ismael se acerco a la cama de Crist y la movió con delicadeza, esta ronroneo algo sin sentido y se dio la vuelta para seguir durmiendo. Ismael le beso tiernamente en la mejillas y le susurro al oido.
- Cariñito despierta, quedamos anoche para correr… ¿recuerdas?
Crist se volvió a remover entre sueños y sonrió.
- Crist…. Crist….
Esta por fin abrió los ojos con pesadez y miro risueña a quien le hablaba.
- ¿Qué haces aquí?... ¿Qué pasa?
- Quedamos anoche para salir un rato a correr, ¿recuerdas?.
Crist cerro los ojos e intento recordar la conversación de la noche anterior.
- ¿Ya son las ocho?
- Las ocho y veinte para ser mas exactos.
- Uf… que tarde, ¿no?
- No tanto, venga, a levantarse que anoche nos os deje tan tarde iros para casa.
- Es que después estuvimos de chachara hasta las tantas.
- ¿Sobre que?
Crist sonrió abiertamente.
- Cosas de chicas... so cotilla.
- Pues ahora hablemos de cosas serias, venga, a levantarse ya!!
- Que si pesado… que ya vamos…- Se sentó en la cama y le dio un leve beso en los labios.- Ahora vete pa fuera y te esperas con mi abuela, ya bajamos.
Ismael hizo lo que Crist le indicaba y la abuela estaba preparando algo cuando este entro.
- Veo que has salido ileso… eso es que te quiere mas que a mi.
- No se, pero recuerda que la confianza da asco, quizás por eso no mi tire a mi nada.
- También es verdad.
Paso otro cuarto de hora antes de que aparecieran las dos chicas por la puerta de la cocina, Crist iba radiante, Aurora se dormía por las esquinas.